
La vida actual es estresante y muchas personas tienen problemas psicológicos. Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente hay alrededor de 350 millones de personas que sufren depresión en todo el mundo. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, aproximadamente el 5,71% de los adultos en los Estados Unidos sufren un trastorno de ansiedad generalizada. Si bien algunos tipos de trastornos de ansiedad se desencadenan por situaciones específicas, el trastorno de ansiedad generalizada es persistente y se caracteriza por una preocupación y ansiedad debilitantes sobre asuntos cotidianos. Las personas con tendencias depresivas deben buscar ayuda a tiempo y probar más métodos para salir de la depresión.
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada siempre sienten que algo malo está a punto de suceder y no están preparadas. Pueden preocuparse excesivamente por faltar a una cita, perder su trabajo o tener un accidente. Algunas personas incluso temen preocuparse demasiado.
Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada
- Preocupación excesiva y continua por muchas cosas diferentes durante al menos seis meses;
- Fatiga, dificultad para dormir o irritabilidad;
- Falta de concentración;
- Irritabilidad;
- Tensión muscular;
- Sentirse nervioso o “al límite”;
Si cree que puede padecer este trastorno, consulte inmediatamente a su médico de cabecera. Existen muchos tratamientos diferentes que pueden aliviar el malestar real que acompaña a este trastorno. Solo su médico puede determinar si cumple los criterios del trastorno de ansiedad generalizada.
Los síntomas físicos también son comunes, como taquicardia, sequedad de boca, malestar estomacal, tensión muscular, sudoración, temblores e irritabilidad. Estas manifestaciones físicas de la ansiedad pueden afectar negativamente la salud física. Por ejemplo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otras enfermedades cardiovasculares.
Tratamiento de la ansiedad
Si tiene un trastorno de ansiedad generalizada, su médico puede analizar las siguientes opciones de tratamiento.
Tratamiento:
Para algunas personas, la terapia cognitivo conductual (TCC) puede resultar de ayuda. La TCC ayuda a las personas a reconocer cuándo han malinterpretado los acontecimientos, exagerado las dificultades o hecho suposiciones pesimistas innecesarias, y ofrece nuevas formas de afrontar las situaciones de ansiedad.
Medicamentos:
Entre los medicamentos que se recetan habitualmente se encuentran los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (como Prozac o Zoloft) o los inhibidores duales de la recaptación de serotonina y noradrenalina (como Effexor o Cymbalta). Estos medicamentos tardan más en hacer efecto que los ansiolíticos tradicionales, pero también pueden proporcionar un mayor alivio de los síntomas con el tiempo.
Alimento:
En la vida, a menudo puedes comer los siguientes alimentos para ayudar a mejorar tu estado de ánimo y aliviar la ansiedad.
Hongos
Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) recopilaron y analizaron datos sobre la alimentación y la salud mental de más de 24.000 adultos estadounidenses. Los resultados mostraron que las personas que comen hongos tienen un menor riesgo de sufrir depresión.
Los investigadores creen que los hongos contienen una variedad de compuestos bioactivos relacionados con la mejora del estado mental, incluida la vitamina B12, potasio, antioxidantes, etc., que son beneficiosos para prevenir enfermedades neurológicas, incluida la depresión.
Las distintas variedades de hongos tienen sus propias ventajas nutricionales y se recomienda consumirlos de diversas formas. Se recomienda que cada persona consuma no menos de 300 gramos de hongos por semana (peso crudo, peso fresco) y una media de 50 gramos o más por día.
Amaranto rojo
El ácido fólico ayuda a mantener el sistema nervioso y a regular las emociones. Los experimentos realizados en el extranjero han demostrado que las personas que carecen de ácido fólico durante mucho tiempo experimentan síntomas de depresión y pérdida de apetito durante más de medio año, e incluso depresión, irritabilidad, ansiedad, depresión y somnolencia.
El ácido fólico está ampliamente presente en diversos alimentos animales y vegetales. El hígado y los riñones de los animales, los huevos, el pescado, las verduras de hoja verde, los frutos secos y los productos de soja son ricos en ácido fólico.
El contenido de ácido fólico en el amaranto rojo es muy alto, alcanzando los 419,8 microgramos/100 gramos. Consumiendo 100 gramos de amaranto rojo se puede cubrir el requerimiento diario de ácido fólico.
Plátanos
Comer plátanos puede ayudar al cerebro a producir 5-hidroxitriptamina, que puede hacer que las personas se sientan felices. Cuando estás de mal humor o sufres de depresión, también puedes comer plátanos con moderación todos los días. Los plátanos también son ricos en iones de potasio, que es una sustancia esencial para mantener la actividad normal de los músculos y los nervios. Comer de 1 a 2 plátanos al día puede ayudarte a mejorar la fatiga de tu cuerpo.
Leche
Los productos lácteos son ricos en calcio. Cuando el cuerpo humano carece de calcio, el estado de ánimo tiende a volverse irritable. La población en general puede beber de 300 a 500 ml de leche todos los días.
Si eres intolerante a la lactosa y eres propenso a sufrir molestias gastrointestinales después de beber leche, puedes probar a beber yogur. El yogur también es rico en calcio, pero parte de la lactosa se elimina durante el proceso de fermentación, por lo que la mayoría de las personas toleran mejor el yogur.
Si realmente no lo toleras, también puedes probar la leche Shuhua sin lactosa.
Un pequeño consejo: los alimentos no son medicamentos. Solo ayudan a equilibrar la nutrición y cumplen una función reguladora auxiliar. No pueden sustituir a los medicamentos.