
El Tai Chi no se trata solo de habilidades externas, sino también de cultivar la mente. Todo el cuerpo es vacío, invisible y sin forma. Si no cultivas tu mente, ¿cómo puedes alcanzar ese estado? No busques derrotar al enemigo con un solo movimiento, aléjate de la búsqueda de fama y fortuna, no luches por la victoria o la derrota, y consigue este estado mental, que es la intención original del Tai Chi.
La formación de la vida entre el cielo y la tierra es un milagro. La formación de cada órgano y cada sabiduría de la vida avanzada es un milagro. Estos milagros están en línea con el camino del cielo, siguen la naturaleza y son productos del cielo y la tierra. La esencia del sol y la luna no se arroja a ciegas, todos tienen reglas de funcionamiento claras.
Cuando practicamos Tai Chi, seguimos las leyes de la naturaleza, absorbemos la esencia y consolidamos la base. Solo comprendiendo la verdad podemos expresar nuestras ideas; solo apreciando la esencia podemos tener una mente abierta.
Aunque el Tai Chi es lento, suave y silencioso en su forma externa, se puede sentir una energía interna al practicarlo. La respiración penetra desde los delicados tejidos externos de las extremidades hasta las funciones profundas de los cinco órganos internos y las articulaciones de los huesos, y el cuerpo se ablanda y se relaja gradualmente en esa suavidad.
Es como si un rayo de sol iluminara todas las articulaciones del cuerpo. En esta suavidad, puedes sentir cómo el sudor se filtra lentamente desde las capas más profundas del cuerpo. No hay reticencia ni esfuerzo. Esta sensación flexible, suave y resistente hará que te enamores del Tai Chi de forma involuntaria y natural.
El boxeo está cerca del corazón. Sin el corazón, el boxeo no tendría vida. El boxeo es un arte marcial que utiliza el cuerpo para pensar. El boxeo se mueve en medio del yin y el yang, se abre y se cierra en el medio, se contrae y se libera desde el medio, cambia entre el vacío y la realidad en el medio, y cambia entre el movimiento y la quietud.
En el proceso del boxeo, hay muchas cosas que se pueden encontrar pero no buscar. A veces, accidentalmente, se encuentra esa sensación familiar en la práctica repetida, y otras veces se pierde inconscientemente. Hay muchas cosas que “solo se pueden entender” y no se pueden expresar completamente con palabras. Solo puedes confiar en ti mismo para comprenderlas lentamente en la práctica continua.
Cuando el cuerpo, la mente y las acciones de una persona están verdaderamente integrados, el amor y la compasión son como el aire invisible que trata todo con bondad. Si el cuerpo no está erguido, la mente tampoco lo está. Sólo cuando el cuerpo está erguido el qi puede ser armonioso. El Tai Chi nos aporta sabiduría interior, y podemos examinarla en cualquier momento y encontrar el punto justo donde sea excesiva o insuficiente.
El espacio del cuerpo y la mente es tan grande que, aunque pases toda tu vida en él, es posible que no puedas disfrutarlo plenamente. Cualquier escuela de Tai Chi es una especie de cognición de la actitud hacia el cuerpo y el alma. Ama profundamente cada vida, ama profundamente la belleza perfecta de cada vida en su imperfección, y ama profundamente la perfección más perfecta de cada vida en su perfección.
Todas las vidas serán acogidas, toleradas y transformadas por la compasión, todos los seres vivos y todas las cosas son así. Como hay miles de métodos en el mundo, es inútil trabajar duro fuera del corazón. Observa el corazón, pregúntale al corazón y cuida el corazón.