
En el camino de la vida, quienes eligen practicar artes marciales suelen tener una creencia común: las acciones hablan más que las palabras. Quienes sienten pasión por las artes marciales saben que solo a través de la práctica pueden mejorar verdaderamente sus habilidades y alcanzar el estado de desarrollo interno y externo.
Practicar artes marciales requiere una gran cantidad de tiempo y energía, pero las meras palabras y expresiones vacías no son suficientes para convertirse en un maestro. Esto se debe a que el aprendizaje de las artes marciales es un proceso de práctica y perfeccionamiento continuos, que requiere práctica y perfeccionamiento continuos para crecer gradualmente. Solo mediante la práctica y la experimentación continuas se puede experimentar verdaderamente el misterio y la esencia de las artes marciales.
No te limites a decir "Haré lo mejor que pueda", sino que mantén siempre una actitud de acción. En el mundo de las artes marciales, nada puede reemplazar "hacerlo lo mejor que puedas". Solo cuando realmente actúas y superas tus propias limitaciones, puedes mejorar verdaderamente tus habilidades. La retórica vacía no tiene sentido y es solo una nube pasajera.
Si decides practicar artes marciales, debes ser lo suficientemente valiente para afrontar desafíos y estar dispuesto a experimentar fracasos y contratiempos. Practicar artes marciales es un entrenamiento duro y riguroso que requiere perseverancia tenaz y una determinación firme. Solo en el proceso de práctica puedes poner a prueba tu capacidad y potencial. Debes morir si no mueres, y debes ser fuerte. Solo mediante acciones prácticas puedes alcanzar habilidades excelentes y un rendimiento sobresaliente.
Al mismo tiempo, la acción también es una mentalidad en la práctica de las artes marciales. Practicar artes marciales no es solo un conjunto de técnicas, sino, aún más importante, cultivar la fuerza interior y la voluntad. Solo mediante la práctica incansable se puede persistir ante las dificultades y los reveses, sin rendirse fácilmente.